Una fiesta amada por unos y denostada por otros, pero lo cierto es que forma parte del patrimonio e identidad del pueblo chicharrero. Sus detractores dirán que es una que alienta los excesos: alcohol, drogas, peleas etc. Personalmente, creo que es un momento que refleja la libertad y el saber estar de miles de personas que bajan a disfrutar de la fiesta, donde la proporción de hechos negativos, que los hay, no representa a esa gran masa de personas que sabe disfrutar de la alegría y el ritmo de estos días.
El carnaval se disfruta de varias maneras, hay carnaval para todo el mundo. Desde aquellos que lo viven en su versión más loca, hasta esas familias donde abuelos y padres disfrutan al ver la alegría de sus hijos y nietos felices con sus disfraces, jugando a ser como los héroes y heroínas que admiran.
Por supuesto, no podemos olvidar las murgas con sus satíricas letras hacia políticos y diversos personajes de la vida pública, que consiguen recordarnos que somos auténticos privilegiados de vivir en una democracia con total libertad de expresión.
Don Carnal todavía seguirá unos días más con nosotros; disfrutemos todos con tolerancia, respeto, sensatez ,pero mucha energía y BUEN ROLLO de su estancia. ¡Feliz #carnaval2015!
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